El formato randonneur es una brevet, licencia o patente en francés que, aplicado al cicloturismo, significa otorgar al participante un título o diploma por realizar un recorrido dado que incluye unos puntos de paso obligatorios en los que hay que sellar un carnet de ruta.
Las brevets son etapas de gran fondo (mínimo 200 km), no competitivas, en las que el participante es autosuficiente y que se realizan en carreteras abiertas al tráfico, siguiendo un recorrido a través de un roadbook o track en GPS, y que se han de completar en un tiempo máximo prefijado.
Las distancias a cubrir en las brevets son: 200, 300, 400, 600 y 1.000 km, así como los 1.200 km de las superbrevets.
El objetivo que persiguen estas brevets es adquirir un gran fondo para poder participar en cualquiera de las randonneur que existen, siendo la clásica la París-Brest-París (1.200 km), prueba en la que participan cicloturistas de todo el mundo dejando a un lado la competición.